miércoles, 7 de julio de 2010

¿Y qué haces Tú por los pobres ?

"El 90% de la avena, 85% del maíz y 80% de la soja producida en los Estados Unidos se da al ganado.

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Para producir un kilo de carne se invierten hasta 20 kilos de cereales y soya perfectamente consumible por humanos."

¿Y qué haces Tú por los pobres ?

Te pregunto porque te contaré que cada vez que te comes un trozo de carne realmente le estás quitando a los pobres los cereales, legumbres, y alimentos vegetales, que de otro modo, en otro tipo de economía, se habría producido para ellos... para los más pobres, en lugar de dárselo como alimento a los animales que luego serán comidos por los que tienen más poder adquisitivo que los más pobres.

Se habla mucho de los pobres pero, por lo que observo día a día, a la gran mayoría no le interesa hacer nada efectivo por los pobres....

Quize decir, "nada que les obligue a sacrificar sus gustos y apetitos".

"Cambiemos el mundo cambiando nuestras creencias. No es bueno, ni justo, ni etico, ni moral, ni cristiano, ni humanista, comerse a los animales"

sábado, 8 de mayo de 2010

¿Que proponen para el mejoramiento de nuestra Calidad de Vida en la sociedad venezolana?


Yreivis Gudiño

El termino de la pobreza es usado con mucha frecuencia, sobretodo cuando su discusión se transforma en una interminable diatriba entre las personas que diariamente debaten sobre este sazonado tema. En cualquiera de los casos o usos, pobreza lleva una relación muy estrecha con la palabra "carecer", "escasear", "necesitar", entre otros. Sin distinción de puntos de vista, me parece pertinente y relevante la constante discusión de este problema de carácter mundial.

Ahora en Venezuela, contamos con petróleo, turismo, mujeres hermosas, minería, y un sinfín de recursos que enriquecen mucho a nuestra gente en un sentido económico, pero me pregunto yo porqué un 80% de la población se encuentra en estado de pobreza. Esta situación se debe a otro tipo de pobreza referida más que todo a nuestro nacionalismo, pero no es como lo predica Chávez, no un nacionalismo anti-yankee, revolucionario y bolivariano, sino un nacionalismo que permita al venezolano amar a su patria y trabajar por ella, cosa que Chavez ha empeorado, porque ha confundido a la poblacion, de estar imponiendo a las personas que tienen mayor adquisicion economica son los malos y mientras la clase baja es el victima, eso no es asi, es todo lo contrario, mas bien debe de cultirizar a los venezolanos y levantar la autoestima, y no permitir mas desorden social como invasiones de viviendas no adecuadas, porque son personas que sufren de mucha carencia no se justifica, la verdad estan errados, mas bien estan sentivando al conformismo, mas bien se debe ayudar en otorgar creditos habitacional, incluso con sueldos minimos, enseñar que para poder adquirir al tiene que trabajar, ahorrar e invertir, no destruyendo o hacer lo que le da la gana, entiendo que todo pais debe haber clase alta, media y pobre, pero la que en realidad ayuda al pais, es que la clase media cresca, Chavez mas bien la ha saboteado y ha confundido a la poblacion venezolana cual es la realidad de nuestros problemas.

El venezolano, es responsable de la pobreza, en diversos sentidos, de las naciones. No puede ser que pensemos en salir del país, no puede ser que pensemos que en otros paises es lo mejor y nuestro no sirve para nada, así como queremos implementar reglas que no están hechas para nosotros. Es nuestra responsabilidad la de crear los medios y los espacios para la difusión de nuestros verdaderos valores y nuestras ideas en pro de mejorar nuestra nación, es esta mentalidad en que nos mantiene con la mente en un sitio mejor que el nuestro, marchitando el esfuerzo de unos pocos en sacar adelante nuestra nación, este “rancho mental” que existe en cada uno de nosotros, seamos de clases altas o bajas, nos vuelve igual de pobres.

En Nigeria, Somali, Tanzania, Sierra Leona como en muchos países, estos paises sufren pobreza diferente al nuestro, porque todos los días los niños mueren de hambre, entre otros factores... pero en Venezuela, cada día ocurre un siniestro; ¿No somos pobres los venezolanos que todos los días perdemos a un hermano? Son puntos de vista diferentes, pero ciertamente hablan de problemas que están más latentes que antes. Esa gente que despierta todo los días y que tiene que robar o matar para conseguir comida, dinero, techo... ¿Esos no son síntomas de pobreza? muchos venezolanos han tenido el descaro de negarlo o simplemente se justifican, es triste ...

No empecemos a culpar a nadie, ni los critiquemos porque quizás no tuvieron la suerte que tuvimos nosotros de tener, de estar escribiendo estas líneas porque ellos son pobres y nosotros no. Pensemos un rato... ¿Son acaso nuestros gobernantes, o muchos de ellos, que han tenido la posibilidad que tenemos nosotros de prepararnos, quienes han usado su posición para empezar a pensar en los demás y hacer algo verdaderamente bueno, no para consigo, sino para el prójimo? sin duda, han habido gobernantes mas pobres que uno mismo mentalmente y siempre terminan preocupandose por sus intereses, mientas la nacion se decae cada dia mas y mas.....

PIENSO QUE DEBERIAMOS DE HACER UN PROYECTO Y ESTUDIAR NUESTRA PROBLEMATICA EN LA SOCIEDAD Y COMO PODEMOS ATARLO, Y CUANTOS AÑOS SE DARIA ESTOS RESULTADOS, YA BASTA DE CRITICARNOS HAY QUE ACTUAR... ahora mi pregunta es ¿QUE PROPONEN?

  • Francisco Javier Arjona Yo recomiendo el libro "Erradicación drástica de la pobreza en Venezuela". Del Dr. Carlos Urdaneta Finucci.
Un articulista de "El Universal" hizo una breve reseña sobre el libro:

"En su libro titulado Erradicación drástica de la pobreza en Venezuela" escrito en el año 2007, el Dr. Carlos Urdaneta -como lo haría un dedicado médico cirujano que lucha ante la inminente muerte del paciente en la mesa de operaciones- con gran ingeniosidad, con un profundo amor por el país y apoyándose en toda la ciencia e investigaciones disponibles va diagnosticando y paralelamente proponiendo soluciones al complejo e inexplicable fenómeno de la pobreza en Venezuela.

El citado libro demuestra que, con el apoyo de innumerables aportes de investigadores venezolanos y extranjeros, en Venezuela hay un verdadero plan diseñado que efectivamente pudiese reducir la pobreza.

La complejidad de reducir la pobreza se percibe cuando en el libro se observa que en Venezuela aún habiendo ingentes recursos monetarios, naturales y humanos, no logramos superarla como lo hizo Alemania después de la II Guerra Mundial con menos dinero y más población. También el libro demuestra que la paradoja de la pobreza en Venezuela no es un fenómeno étnico, ni climático como lo manifiesta el auge de algunas naciones asiáticas, e incluso latinoamericanas.

Se comprende la dificultad de solventar la pobreza en Venezuela cuando el libro el Dr. Urdaneta expone investigaciones que muestran que con puro crecimiento económico tardaríamos 25 años en que los ingresos de la gran población crucen la línea de pobreza crítica.

Cuando se miran las acciones y las causas de la pobreza en Venezuela en la forma tan ingeniosa y sistemática como lo hace el Dr. Urdaneta, entonces se entiende claramente que la tarea de erradicar este fenómeno en el país es viable, pero sólo si lo hacemos sin improvisaciones. Debido a que no hay una sola causa preponderante, la pobreza en Venezuela debe ser enfrentada sólo a través de un gran plan de ataque exhaustivo y a través de un comando de acción que coordine la implantación simultánea de todas las acciones necesarias. Las múltiples causas como la abundancia de mano de obra no calificada, la sumisión de muchos ciudadanos a barriadas marginadas donde imperan familias disfuncionales, los bajos niveles de inversión y ahorro, la volatilidad de los ingresos petroleros y un Estado ineficiente, generan una madeja de trabas que imposibilita superar la pobreza con pañitos calientes o programas parciales.

Según el Dr. Urdaneta, la educación en valores a millones de venezolanos marginados, mejorar la calidad de la educación formal, proveer alimentación y medicinas para suplir las carencias familiares, organizar los barrios marginados, motivar nuevas inversiones, el diseño de estrategias para diversificar exportaciones, entre otras acciones, requieren ser aplicadas simultáneamente para enfrentar la pobreza. Por ello recomiendo que el Gobierno Nacional, como lo hacen otros gobiernos en los momentos de grandes dificultades como son las guerras entre las naciones del mundo, nombre al Dr. Carlos Urdaneta Finucci como Gran General para que coordine la batalla contra la pobreza y la marginalidad que se devora a nuestro país. Para romper el círculo de pobreza, el país requiere un tsunami de acciones y un comando que simultáneamente implante los programas arriba descritos. Y pocos como el Dr. Urdaneta para darle esperanzas a millones de venezolanos marginados del desarrollo y del progreso humano.


http://www.eluniversal.com/2008/10/19/opi_art_almirante-pobreza_1088605.shtml

¿Cómo promover una propuesta alternativa para superar la pobreza en Venezuela?


Este fue el nombre del Foro Dictado por el Prof. Carlos Urdaneta Fiducci, con la participación de Eduardo Fernández, Presidente del IFEDEC, quien declaró que a pesar de los debates políticos que vive el país en el presente, no se pueden olvidar los problemas fundamentales de Venezuela, como es la pobreza: “Yo me atrevería a decir que el problema más importante que tiene el país en este momento es el dramático problema de la pobreza. Que parte al país en dos mitades. Hay una mitad que tiene recursos suficientes con los cuales atender sus necesidades básicas y una mitad de venezolanos que viven una situación económica sumamente precaria, que están reclamando la implementación de políticas que promuevan el desarrollo personal, familiar, social de todos estos venezolanos que viven en situación de pobreza, la cual siempre ha sido un escándalo, no la invento este gobierno, que cuando llegó, ya había un porcentaje muy grande de venezolanos en situación precaria. Lo dramático, es que sea haya agravado el problema en estos diez años. Donde hemos tenido los venezolanos y especialmente el Estado, unos recursos sin precedentes. Una inmensa cantidad de dinero como consecuencia de los altos precios del barril del petróleo. Alrededor de 800.000 millones de dólares, es el ingreso que ha tenido este gobierno en 10 años. Con esa cantidad, se ha podido resolver el tema de la pobreza radicalmente, no llevando educación chatarra a los barrios marginales y a los sectores populares, sino llevando educación de calidad y además, desgraciadamente hay que censurar que se hayan perdidos recursos, regalando tanto dinero, invirtiendo en campañas políticas, entregando dinero a otros países y además el despilfarro la ineficiencia y finalmente la corrupción. Desgraciadamente en estos años han habido unos niveles de corrupción alarmantes. Entonces con esos recursos hemos podido haber progresado mucho más sin dejar de reconocer, que el tema social ha sido colocado en la mesa del debate venezolano y que se han hecho programas que en alguna medida han ayudado, pero no todo lo que pudo haberse hecho” Señaló Fernández.

Del mismo modo manifestó la problemática de la educación actual, pues según reveló, la pobreza no se resuelve sin hacer un gran esfuerzo por llevar formación de calidad a los niños y jóvenes que viven en situación de dificultad económica, para que a través de su propia capacitación, la sustituyan por una cultura de producción, de ahorro, de disciplina y se deje a un lado la cultura populista que lo espera todo del Estado.


“El problema es la educación chatarra, no es hacerle creer a la gente que le van a dar un titulo profesional después de 3 meses de estudio. Hay que mejorar la educación desde el preescolar. A veces nos ocurre a quienes hemos dado clases en las universidades, que nos llegan bachilleres que de repente no saben leer ni escribir. Los países que han tenido éxito, remuneran muy bien a sus maestros, a mi me duele mucho lo que esta pasando en el sector magisterial porque demuestra que el Estado no termina de entender que no hay nadie mas importante que los maestros, no solamente para que estén bien remunerados, sino para que estén bien preparados, bien entrenados, actualizados con las mejores técnicas pedagógicas. Especialmente, la que se imparte en los sectores marginales del país, porque a esos lugares se le estas dando educación chatarra, educación de segunda clase y lo que necesitamos es una Venezuela de primera clase. Expuso Fernández.


Igualmente el Presidente de IFEDEC, indicó la importancia para el desarrollo nacional de la inversión; “En primer lugar se debe promover las inversiones que estimulen y desarrollen el crecimiento económico. Al fin y al cabo, hay un problema de distribución del ingreso y de las oportunidades y no se puede distribuir riquezas sino se crean riquezas. Para eso, hay que estimular la economía y el progreso económico. En esta materia, es muy importante poner de manifiesto que hay crear un clima de confianza que permitan inversiones del sector público pero también del sector privado, que es elemental en una estrategia de desarrollo nacional. Las inversiones nacionales pero también las inversiones internacionales, solo a través de ellas se producen riquezas y empleos. Este último, es clave para poder resolver el drama de la pobreza”.

Según también expuso el Prof. Carlos Urdaneta Fiducci, se trata de enfrentar los problemas de la pobreza y de encontrar soluciones, pues explicó que aún no se tienen las medidas para resolver dicho tema. “Tan cierto es esto, que las instituciones internacionales como el Banco Mundial y todas las universidades extranjeras están abiertas a escuchar propuestas, lo que significa que ya las creencias tradicionales para tocar el problema les parece insuficientes”.


Además agregó, que algunas de las propuestas escuchadas pueden ser añadidas por su utilidad, como puede ser; la necesidad de cuidar la formación de los niños y de los padres. Que en sus palabras: “son en realidad los mejores transmisores de los valores y de la manera de actuar en la vida con criterio. Eso es algo que hay que añadir con mayor fuerza”.


El IFEDEC, aprovechó este foro para presentar el libro del Prof. Carlos Urdaneta Fiducci titulado; “Erradicación drástica de la pobreza en Venezuela” el cual toca el tema y presenta propuestas para superarlo.


CARLOS URDANETA
Economista y analista venezolano

I- Administración Pública:

Director de Comercio Exterior (MRE) (1.969-1.971)
Asesor del Ministro de Hacienda (1.980-81)
Director General Sectorial del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE) (1.979-1.980)
Director de Fogade (Febrero-Junio durante la crisis bancaria de 1994)

II- En el Sector Privado:

Vicepresidente y Director Principal del Banco Royal Venezolano (1.971-77) actualmente adquirido y fusionando con el Banco Mercantil
Director Principal de Seguros Royal Caribe. (1.985-Marzo 1.994)
Director Principal y condueño de Distribuidora de Gas, C.A. DIGAS (1.976-Feb. 1.998)

III- Otras áreas:

Observador representante de la Santa Sede (Vaticano) antes el XXIII período de sesiones de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina. (CEPAL) (Mayo 1.990)
Jefe del equipo de Economistas de la Organización Demócrata-Cristiana de América (ODCA) (1.987-1.992)

IV- En el área educativa:

Director fundador de la Escuela de Bancos (INSBANCA) promovida por la Asociación Bancaria Venezolana (1.961-1.969)
Director del Departamento de Economía y Ciencias Administrativas de la Universidad Simón Bolívar. (1.987)
Profesor por concurso de la Cátedra de Teoría y Política Monetaria y profesor de Economía Política y de Marginalidad Social en la Universidad Central de Venezuela. (1.960-1.972)
Profesor de Finanzas Públicas (Economía II) (1.963-1.964) y del Seminario de Soluciones Estructurales en la Universidad Católica Andrés Bello durante ocho años (década de los 90 y primeros años del 2000)
Profesor de Desarrollo Económico I y II en la Universidad Santa María (1.967-1.969)
Profesor en la Universidad Monteávila: curso de Economía Venezolana dictado a profesores de esa universidad. 2003.

V- Publicaciones:

Análisis del Plan de la Nación de 1.965-1.968. 133 Págs.
Jefe de programación y de la elaboración de quince (15) cursos en el Instituto de Capacitación Bancaria (INSBANCA) (1.962-1966)
La Educación Sectorial, 235 Págs. (1.985)
Política de Participación Económica, 335 Págs. (1.989)
La Derrota de la Pobreza, 300 Págs. (1.993)
Erradicación Drástica de la Pobreza en Venezuela, 338 págs. y cuya elaboración tomó seis años y se hizoa propuesta de la Universidad Monteavila. Publicado a fines del 2007 y distribuido por el diario El Nacional.

La lucha de Venezuela contra la pobreza

Por: Gregory Wilpert

El original en inglés de este artículo se encuentra en: www.venezuelanalysis.com/articles.php?artno=1051

Durante los últimos dos años aproximadamente ha habido una gran polémica entre el Gobierno y la oposición sobre el tema de la pobreza. Chávez fue elegido originalmente con una plataforma que iba a prestar especial atención a las necesidades de los pobres de Venezuela. Y sin duda los pobres representan el electorado de Chávez más importante. Las encuestas de opinión, de cuya precisión se puede dudar razonablemente por estar sesgadas a favor de la oposición, muestran regularmente que Chávez obtiene la mayor parte de su apoyo de la población pobre.

Sin embargo, en un esfuerzo por desacreditar a Chávez y sembrar la duda entre sus seguidores, la oposición con ayuda de los institutos de investigación sobre la pobreza como la Universidad Católica Andrés Bello, argumentan que la pobreza se ha incrementado drásticamente durante el periodo de Chávez en la presidencia. Uno de los anuncios anti-Chávez favoritos de la oposición mostrado con regularidad siempre que las cadenas de televisión se movilizaban para una manifestación antichavista, mostraba una mujer pobre de los barios bajos de Venezuela diciendo "Chávez dijo que pondría fin a la pobreza, pero lo que está haciendo en realidad es poner fin a los pobres".

Se haya incrementado o descendido la pobreza con Chávez, en lo que todas las partes están de acuerdo es que la pobreza se ha convertido en el asunto político número uno en Venezuela desde el momento en que Chávez llegó al poder. Los partidos de la oposición reconocen que si ellos quieren realmente ganarle a Chávez unas elecciones, tienen que ofrecer una alternativa creíble de cómo combatir la pobreza. Aunque todavía no tengan tal programa, tienen eso claro en sus mentes.

Sin importar si son programas del gobierno o de la oposición, cuando examinamos los datos de pobreza, parece haber una curiosa contradicción. Por un lado muchos institutos de investigación muestran un incremento de la pobreza desde que Chávez llegó al poder. Por otro, algunos indicadores sugieren que la pobreza se ha hecho menos severa en los últimos cinco años. A continuación, examinaré algunos de los datos referentes a la pobreza y algunas de las políticas puestas en marcha durante la presente administración, y compararé ambos con los de las presidencias anteriores.

Datos de Pobreza

Durante los últimos veinte años hubo dos tendencias bastante claras en Venezuela que han contribuido profundamente a incrementar la pobreza. La primera tendencia es un constante ascenso de la desigualdad. La segunda es un constante descenso de la renta per cápita. Estas dos tendencias combinadas han hecho posible que Venezuela tenga hoy mayor tasa de crecimiento de la pobreza que cualquier otro país de América Latina.

La medida estándar de la desigualdad, el llamado "Coeficiente de Gini", que mide la desigualdad en la distribución de la renta de un país, no muestra cambios significativos a lo largo de casi treinta años en Venezuela. Desde 1971 hasta 1997 ha fluctuado irregularmente, pero generalmente permanece entre 0,45 y 0,50, terminando en 1997 casi con el mismo nivel que tuvo en 1971. [1]Sin embargo, el índice de Gini solo mide sólo los ingresos salariales, o sea las rentas del trabajo, no las rentas del capital. Otros datos muestran, por ejemplo, que la proporción de rentas del capital (o sea los ingresos derivados de las inversiones de capital) aumentaron en Venezuela, durante los últimos treinta años, mucho más que los ingresos en concepto de salarios. Por ejemplo, un estudio hecho por Francisco Rodríguez muestra que en la composición del Producto Interior Bruto entre los años 70 y los 90, las rentas del capital aumentaron el 11%, en perjuicio de las rentas del trabajo [2].

Así que, si se tienen en cuenta las rentas del capital, según Rodríguez la desigualdad aumentó de forma bastante drástica, por tanto Venezuela es ahora una de las sociedades más desiguales del mundo, superando incluso la desigualdad existente en Sudáfrica y en Brasil [3]. La razón para ello puede deberse a varios factores, de los cuales los más importantes son la creciente concentración del capital y la congelación salarial durante este periodo.

Hasta cierto punto se puede inferir que la congelación salarial se debió, en cierta medida, a la caída de los ingresos per cápita generados por la exportación de petróleo. Efectivamente, aunque esas exportaciones per cápita se duplicaron entre 1973 y 1983, los ingresos del petróleo per cápita descendieron. La razón principal para ello pueden ser los precios descendientes del petróleo, que cayeron desde un pico de 15,92 dólares por barril en 1982 hasta 3,19 dólares por barril en 1998 (ambas cifras en precios de 1973)[4]. El valor de las exportaciones de petróleo per cápita, descendió por lo tanto de 995 dólares en 1974 a 384 dólares veinte años después, en 1993 [5].

Ya que el petróleo es la principal fuente de ingresos de Venezuela, su bajada de precio combinada con la creciente desigualdad social, tuvo un impacto significativo sobre la tasa de pobreza. Dependiendo de qué estadísticas y métodos de medida se utilicen, se puede decir que la pobreza se extendió drásticamente del 33% de la población en 1975 al 70% en 1995 [6]. En este caso, mientras que la pobreza aumentó a más del doble, el número de familias en la extrema pobreza se triplicó, pasando de aproximadamente el 15% a un 45%. Otros procedimientos de medición de la pobreza, particularmente aquellos no basados sólo en la renta, dan resultados ligeramente más bajos, pero todas ellas pintan un cuadro de gran incremento de la pobreza en Venezuela durante los pasados 25 años. Comparado con otros países de América Latina, Venezuela tiene el mayor índice de incremento de pobreza en este periodo y entre los países más grandes, es el que tiene la mayor proporción de población viviendo en la pobreza.

Sin embargo curiosamente el Índice de Desarrollo Humano (IDH) en Venezuela, medido por el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, no refleja la tendencia al empobrecimiento. El IDH mide no sólo la renta per cápita de un país, sino también factores estadísticos sobre salud y educación, como mortalidad, escolarización, alfabetización y otros índices. Entre 1970 y 1990 el IDH de Venezuela ascendió desde 0,689 hasta 0,821. Más tarde descendió ligeramente en la segunda mitad de los años 90 pero a partir de 1999 aumentó de nuevo hasta 2001, durante los primeros años de la presidencia de Chávez, terminando en el 2001 en 0,7694 [8].

Hay quizás dos posibles explicaciones principales para esta aparente contradicción. Primero, una posibilidad es que debido al aumento de la desigualdad entre 1975 y 2000, los sectores más acomodados de la población hayan hecho aumentar el IDH porque mejoró desproporcionadamente con respecto al de los pobres, elevando así el de la población total. Segundo, es posible que aunque la proporción de población pobre haya aumentado, su IDH haya mejorado porque las medidas del Gobierno reforzaron la red de seguridad social del país. Dado que la falta de datos concretos hace que el argumento no sea concluyente, yo sugeriría que un examen de las políticas contra la pobreza muestra que la mejora en el IDH durante la presidencia de Chávez es más fácil de seguir por las nuevas políticas públicas que se centran en los pobres del país.

Políticas Anti-pobreza Antes de Chávez

La evolución de las políticas anti-pobreza en Venezuela antes de Chávez siguió el desarrollo general de la pobreza y de la economía, tanto en la fase de aumento durante los años de boom desde la mitad de los 70 hasta la mitad de los 80, como en el periodo de descenso (casi tan pronunciado como el descenso en el gasto social) durante el desplome desde finales de los 80 hasta finales de los 90. Antes del auge del petróleo, el principal programa del gobierno en contra de la pobreza fue el programa de reforma agraria rural, que redistribuyó la tierra a 150.000 familias a comienzos de los años 60. Sin embargo, con el auge del petróleo, Venezuela intentó transformarse en un país industrializado moderno y rechazó el programa de reforma agraria en favor de programas que alejasen al país de la agricultura. Principalmente, durante los años de auge, las políticas anti-pobreza quisieron proporcionar educación universal, atención médica gratuita, un salario mínimo decente, y proyectos de empleo público a gran escala. Todo ello dependía de los altos beneficios del petróleo y acabó teniendo un claro impacto en reducir la pobreza en Venezuela. También existieron otros programas de asistencia social, pero todos ellos adolecieron de clientelismo y paternalismo.

Sin embargo, con los previamente mencionados 20 años de ciclo descendiente, que comenzó en los 80, las medidas más importantes que estaban dirigidas originariamente a beneficiar a los pobres del país, acabaron beneficiando a la clase media. A medida que el país se volvía más y más pobre y los salarios medios descendían drásticamente, la clase media no pudo permitirse más la sanidad y la educación privadas. En consecuencia, la clase media fue apoderándose gradualmente del sistema público de sanidad y de educación del país. También, otros programas que originalmente estaba dirigidos a las clases humildes, como el programa de ayuda a la compra de vivienda, de becas para estudios en el extranjero, o la supresión de los impuestos de automóviles se convirtieron, cada vez más, en políticas de apoyo a la clase media.

Un factor importante en el desplazamiento gradual de las clases beneficiarias de los programas gubernamentales fue que los servicios dejaron de ser gratuitos. La educación pública, por ejemplo, instituyó paso a paso cuotas de inscripción y encareció constantemente el material escolar. De forma similar, la sanidad pública, aunque formalmente era gratuita o de bajo coste, requería que los pacientes pagasen por todos los suministros necesarios en los tratamientos. Los desplazamientos esporádicos del gobierno hacia medidas económicas neoliberales durante la administración de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) y hacia el fin de la presidencia de Rafael Caldera agravaron los problemas de pobreza en Venezuela, debido a medidas de privatización, recortes del gasto social y coste creciente de los servicios públicos.

No sólo cambió la población afectada por las políticas del Gobierno, que se desplazó gradualmente hacia la clase media, sino que además cambió la pobreza en sí misma. Cada vez se extendió a una mayor proporción de la población, y la pobreza comenzó a afectar a gente que normalmente sería considerada, si nos basamos en su educación, como parte de la clase media. La pobreza se tornó, así, mucho más diversificada y generalizada. También debido a las grandes corrientes migratorias llegadas de Colombia y de otros países latinoamericanos, los pobres se volvieron étnicamente más diversos. En tiempos del segundo gobierno Caldera (1994-1998), los recursos del Estado para aliviar la pobreza se habían vuelto tan escasos que casi todos los programas que beneficiasen directamente a los pobres fueron eliminados.

Políticas Anti-pobreza Durante la Presidencia de Chávez

Plan Bolívar 2000

Chávez consiguió ser elegido a finales de 1998 básicamente con tres promesas: primero, romper el viejo sistema político de Venezuela, conocido como "puntofijismo", llamado así por el lugar, Punto Fijo, en el cual los democristianos (COPEI) y los socialdemócratas (Acción Democrática) firmaron un acuerdo para limitar el sistema político de Venezuela a una competición entre estos dos partidos. Segundo, Chávez prometió acabar con la corrupción. Y tercero, prometió aliviar la pobreza en Venezuela.

Sin embargo, en 1999, el primer año de Chávez en su cargo, lo dedicó a romper el puntofijismo por medio de una nueva constitución. Debido a la recesión que golpeó a Venezuela durante 1999, quedaron pocos recursos disponibles para las políticas anti-pobreza. Como consecuencia, los concentró en la única institución en Venezuela que era relativamente cara, pero que no hacía mucho por el bienestar social: el Ejército. Ordenó diseñar programas que beneficiasen a los pobres a todas las divisiones del Ejército. El nombre para el programa civil-militar fue Plan Bolívar 2000. Cada división del Ejército de Venezuela desarrolló un programa diferente en el marco de este programa más amplio.

La Fuerza Aérea desarrolló un plan para transportar gratis a gente que no podía permitirse viajar a diferentes partes del país pero lo necesitaba urgentemente. La Marina desarrolló el Plan Pescar 2000, que incluyó la reparación de frigoríficos, la organización de cooperativas y la enseñanza de cursos. La Guardia Nacional se involucró en la actividad policial, particularmente en áreas donde la presencia del Estado era mínima. Otro programa era el Plan Avispa, organizado también por la Guardia Nacional, para construir casas para los pobres. El Plan Reviba era similar, con la excepción de que en lugar de construir casas desde cero, implicaba la reconstrucción de casas viejas. Otros aspectos del Plan Bolívar 2000 incluían redistribuir comida a áreas remotas del país.

El Plan Bolívar 2000 generó mucha polémica durante sus tres años de existencia, desde 1999 a 2001. Quizás la crítica más importante erigida en su contra fue la deficiente gestión y su poca transparencia. Debido a ello se levantaron muchos cargos de corrupción en contra de los funcionarios a cargo del programa.

Sin embargo, en el año de la existencia del programa, el Plan Bolívar 2000 reparó miles de escuelas, hospitales, clínicas, casas, iglesias y parques. Más de dos millones de personas recibieron tratamiento médico. Se abrieron cerca de un millar de mercados con precios populares, se vacunó a más de dos millones de niños, y se recogieron miles de toneladas de basura, sólo por nombrar unos pocos resultados del programa.

Sin duda una gran parte del programa se basó en soluciones de contingencia, donde los funcionarios públicos y las fuerzas militares identificaban un problema social y entonces intentaban averiguar como resolverlo en el corto plazo. Aunque ésta es una crítica válida, se debe evaluar el programa en el contexto de una fuerte falta de recursos, dado que en 1999 había una recesión en Venezuela. Además, hacia el final del año, sucedió el desastre del Vargas, en el cual diez mil personas murieron en el lodo y más de cien mil se quedaron sin hogar, con unos daños estimados cercanos a los 4 billones de dólares. Considerando la gravedad del problema, la falta de recursos, y que el gobierno estaba concentrado en reformar la constitución, el Plan Bolívar 2000 obtuvo, no obstante, un importante impacto positivo sobre la pobreza, lo cual probablemente haya elevado el IDH del país.

La misión de Chávez: Políticas Anti-pobreza a Largo y a Medio Plazo

No fue hasta 2001 y 2002 cuando el gobierno de Chávez fue capaz de concentrarse más en una política macroeconómica general para disminuir la pobreza. Los elementos más importantes de este plan fueron reducir la inflación, diversificar la economía e incrementar los beneficios que no provinieran del petróleo. Todos estos eran objetivos de los gobiernos anteriores de una u otra forma. Sin embargo, casi todos los gobiernos anteriores no consiguieron cumplirlos. Aun hay que esperar para saber si el Gobierno Chávez, si se le da la oportunidad, tiene más éxito.

Con respecto al programa dedicado específicamente a combatir la pobreza en el corto plazo, 2002 fue otro año de crisis, debido a un intento de golpe, tres huelgas generales lideradas por los empresarios, y la paralización y sabotaje de la industria más importante del país, la industria petrolífera. Como resultado, el gobierno pudo dedicar pocos recursos a programas específicamente anti-pobreza, más allá de los programas en curso que ya tenía. Las políticas actuales, o quizás las políticas a medio plazo (junto con las políticas macroeconómicas, que son a largo plazo), incluyeron programas de reforma de tierra urbana y rural, programas de microcréditos, el aumento del gasto en educación primaria, y esfuerzos por promover cooperativas a lo largo del país.

Aunque todavía es muy temprano para juzgar la efectividad a largo plazo de estos programas para luchar contra la pobreza, es un hecho generalmente reconocido entre los estudiosos del tema que la redistribución de la tierra, la provisión de oportunidades educativas, y la promoción de pequeñas empresas privadas ayuda a la gente a salir de la pobreza. Echemos un rápido vistazo a cada una de estas medidas.

Reforma Agraria

La reforma agraria de Venezuela probablemente represente uno de los puntos inflexión clave en la presidencia de Chávez. Cuando fue introducida en Noviembre de 2001, fue una de las leyes más rechazadas por la oposición de un paquete de 49 leyes, que fueron todas aprobadas al mismo tiempo. La ley básicamente establece que todos los venezolanos adultos tienen derecho a solicitar un terreno para su familia, si cumplen unos determinados prerrequisitos básicos.

Este terreno será tomado de fincas propiedad del Estado, que son muy grandes y constituyen la mayor parte de la tierra cultivable de Venezuela. La ley también abre la posibilidad para que el Estado redistribuya tierras privadas, si estas forman parte de fincas que tengan entre 100 hectáreas (de tierra cultivable de buena calidad) y 5.000 hectáreas (de tierra de baja calidad). Las tierras serían expropiadas a precios de mercado, lo cual haría de la reforma agraria venezolana un programa relativamente no radical comparado con la historia de las reformas agrarias en el mundo.

El programa de reforma agraria comenzó lentamente, principalmente porque la infraestructura necesaria tenía que ser puesta en marcha. Aunque el Gobierno distribuyó muy pocas tierras en 2002, al año siguiente aceleró el ritmo hasta entregar 1,5 millones de hectáreas a 130.000 familias. Esto viene a ser alrededor de unas 11,5 hectáreas de promedio por familia y una población beneficiaria total de 650.000 personas (basándonos en una media de cinco miembros por hogar). Debe destacarse que hasta ahora no se ha expropiado ningún terreno. Sin embargo, ha habido muchos conflictos con tierras que el Gobierno considera que son terrenos del Estado, pero que son reivindicados por los grandes terratenientes incluso aunque éstos carezcan de los documentos para probarlo.

La reforma agraria es un programa amplio y de esa forma apunta a evitar los problemas que este tipo de programas han enfrentado en muchos otros sitios tomando las precauciones necesarias para que los nuevos granjeros tengan las habilidades, la financiación, la tecnología y los canales de comercialización que precisan para realmente ganarse la vida con sus recién adquiridos terrenos. Así, adjunto al Instituto Nacional de Tierras (INTI), hay una institución que proporciona la financiación, la formación y la organización para la comercialización de productos agrícolas que sean producidos por beneficiarios de la reforma agraria.

En conjunto, el programa de reforma agraria está diseñado para alcanzar objetivos tanto a largo como a corto plazo. Primero, en el largo plazo, se supone que contribuirá a la diversificación de la economía venezolana y a asegurar lo que se conoce en Venezuela como "soberanía alimentaria", o sea, la capacidad del país para cubrir sus propias necesidades básicas de alimentos. Segundo, a medio plazo el programa está dirigido a reducir la pobreza rural (y urbana, en pequeña medida, en tanto que la gente decida mudarse desde los suburbios de la ciudad al campo).

Reforma Urbana

Otra importante medida anti-pobreza del Gobierno Chávez es la reforma urbana que va a redistribuir los terrenos de los barrios pobres (llamados villas miserias en Argentina o favelas en Brasil [N.T.] ), entre sus habitantes. El concepto es muy similar al que Hernando de Soto ha promovido en Perú y otros países[9], pero incorpora algunos elementos adicionales interesantes que podrían hacer de este programa un ejemplo para otros países.

El concepto de redistribución de suelo urbano implica varios temas simultáneamente. Primero, cuando alguien adquiere un título para construir su propia casa en un barrio pobre obtiene una cierta seguridad, por primera vez, de que dicha casa es suya y no será embargada por el terrateniente original. Segundo, puede usar la casa como aval para un pequeño préstamo, ya sea para mejorar la casa, construir una casa mejor, o invertir en un pequeño negocio. Tercero, crea un mercado inmobiliario, que si es regulado, puede mejorar la calidad general del vecindario. Cuarto, el proceso de adquisición de títulos de suelo urbano es un proceso colectivo, que une al vecindario en favor de mejorar las infraestructuras del mismo, como calles, acceso a los suministros, seguridad, comodidad, etc.

El último punto, el que se refiere a la naturaleza colectiva de este proceso es quizás el aspecto más innovador del programa gubernamental de redistribución de suelo urbano. Para poder adquirir títulos, de 100 a 200 familias se reúnen y forman un comité de tierras urbanas, que vincula a las familias representadas en cada comité con el Gobierno en el proceso de regularización de la propiedad. Una consecuencia positiva, quizás no intencionada, que se ha producido en muchos casos es que los comités de tierras urbanas han comenzado a trabajar en muchos más temas además de en la negociación y adquisición de títulos inmobiliarios. Han formado también subcomités que negocian con compañías de suministros públicos como las del agua, la electricidad y demás. Los comités de tierras urbanas proporcionan por primera vez socios competentes capaces de negociar directamente con los diferentes organismos públicos y compañías de suministros. Anteriormente estos organismos y compañías de suministros tenían que negociar con funcionarios del gobierno local, que generalmente estaban demasiado alejados de los problemas de cada vecindario como para hacer algo significativo.

Hasta ahora el proceso de reforma del suelo urbano está basado en un decreto presidencial, lo que implica que sólo el suelo de propiedad estatal puede ser redistribuido entre los habitantes de los barrios pobres. Hay un borrador de ley para que todos los habitantes de los barrios pobres puedan ser parte del proceso, pero esta ley se ha postergado por la necesidad de leyes más urgentes. Sin embargo, solamente vía decreto nada más y nada menos que un tercio de habitantes de los barrios pobres pudieron adquirir títulos, puesto que se estima que un tercio del suelo de estos barrios es de propiedad pública (otro tercio es de propiedad privada y el tercio restante falta todavía por determinar a quién pertenece). El proceso es extremadamente lento, porque es bastante complicado, e implica muchos pasos técnicos y legales. En Noviembre de 2003, en toda Venezuela, unas 45.000 familias (alrededor de 225.000 individuos) habían recibido los títulos de sus casas, con otras 65.000 familias (o 330.000 individuos) en lista de espera para recibirlos pronto.

La "Economía Social"

El proyecto de economía social del gobierno Chávez no es "solamente" una medida anti-pobreza, sino que constituye un elemento claramente central en el proyecto bolivariano del Presidente. No está diseñado sólo para disminuir la pobreza, sino que es un elemento central para crear una sociedad más igualitaria, más democrática y más solidaria. El sitio web del Gobierno sobre economía social la define incluyendo los siguientes siete elementos[10]:

  • La economía social es una alternativa económica
  • Donde se ejercen las prácticas democráticas y de autogestión
  • Está dirigida por modos de trabajo basados en la colaboración y no en la percepción de salarios
  • La propiedad de los medios de producción es colectiva (excepto en el caso de microempresas)
  • Se basa en la distribución equitativa de las ganancias
  • Es solidaria con el entorno en la cual se desarrolla
  • Se aferra a su propia autonomía frente a los centros de monopolio de poder económico o político

La definición anterior es probablemente una idealización, ya que está escrita por un equipo que trabajó con el antiguo Ministro de Planificación y Desarrollo Felipe Pérez y el Vice-Ministro para planificación local Roland Denis, quienes fueron despedidos de sus puestos a principios de 2003. En términos generales el proyecto de economía social del gobierno de Chávez se redujo a la promoción de cooperativas y microcréditos.

El programa de microcréditos sigue en muchos aspectos el modelo del Banco Grameen de Bangladesh y se fundamenta en diferentes instituciones. En primer lugar, hay varios bancos dedicados a los microcréditos, tales como el Banco de la Mujer, Bandes (Banco de Desarrollo Económico y Social) Banfoandes (Banco de Fomento Regional Los Andes) y el Banco del Pueblo. Luego hay instituciones como el Fondo para el Desarrollo de Microcréditos y el Ministerio de Desarrollo de la Economía Social. También, hay una controvertida ley bancaria que exige a todos los bancos convencionales dedicar cierto porcentaje de sus préstamos a microcréditos.

Entre 2001 y 2003 han sido repartidos cerca de 50 millones de dólares en microcréditos por los bancos nombrados anteriormente. Entre el Banco de la Mujer y el Banco del Pueblo han dado 70.000 microcréditos. Para el siguiente año, el gobierno pretende triplicar el programa de microcréditos, según el Ministro de Economía Social, Nelson Merentes[11]. Los bancos públicos y privados también repartieron microcréditos, por un total de 75 millones de dólares sólo durante el mes de Septiembre de 2003[12].

Entre los más importantes beneficiarios del programa de microcréditos están las cooperativas, que representan la segunda columna en el proyecto de economía social del gobierno. Mientras Venezuela tenía sólo cerca de 800 cooperativas cuando el gobierno de Chávez llegó al poder, se estima ahora que hay alrededor de 40.000 -un incremento de cincuenta veces más. La promoción activa de cooperativas no sólo impulsa al pequeño sector empresarial, que es el mayor generador de nuevos empleos en una economía, sino que además proporciona una mayor igualdad ya que los miembros de las cooperativas comparten sus ingresos mucho más equitativamente que en un negocio convencional.

Programas de Escuelas y Guarderías Bolivarianas

Como se mencionó en la introducción, el sistema de educación pública gratuita venezolano gradualmente excluía cada vez más y más personas pobres, a medida que el sistema escolar aumentaba las barreras que posibilitaban la participación de los niños pobres. Estas barreras en la mayoría de los casos tomaban la forma de pagos de matrícula, que eran establecidos individualmente por cada escuela, a menudo para compensar la disminución de los recursos recibidos desde el Gobierno central. En 1996 el gasto público para educación había descendido al 2,1% del PIB.

Cuando el gobierno Chávez llegó al poder el gasto en educación fue una de las áreas en las que más se centró. En 2001 aumentó el gasto público en educación al 4,3% del PIB, multiplicando por dos el nivel de 1996 y convirtiéndolo en uno de los más altos en veinte años. Gran parte de la nueva inversión en educación se aplicó en la construcción de nuevas escuelas y en la transformación de las viejas en "Escuelas Bolivarianas".

Las escuelas bolivarianas están concebidas para atacar la pobreza de Venezuela de varias formas. Primero, son escuelas abiertas todo el día, de manera que liberan a ambos padres del cuidado de los niños, permitiéndoles trabajar a tiempo completo. Además, el horario extendido permite la incorporación de más actividades culturales y deportivas. Segundo, las escuelas bolivarianas proporcionan desayuno, comida y un aperitivo a media tarde, comidas regulares que muchos niños pobres a menudo antes no recibían. Tercero, las escuelas están concebidas para funcionar más integradamente en la comunidad que las escuelas públicas normales.

En 2003, aproximadamente 2.800 escuelas bolivarianas han sido abiertas, de las cuales la mitad son de nueva construcción. Estas escuelas atienden a 600.000 niños, o el 12% de los niños en edad escolar [13]. El gobierno dice que por medio de la eliminación del pago de matrícula y la expansión del sistema de escuelas públicas, más de 1,5 millones de niños que fueron previamente excluidos, han sido incluidos en el sistema de escuelas públicas venezolano entre 1999 y 2002. El porcentaje de niños en el colegio de esta forma aumentó del 83% en 1999 al 90% en 2002.

Complementando el programa de escuelas bolivarianas está el Plan Simoncito, que está concebido para proporcionar guardería gratuita y educación preescolar a los niños de hasta 6 años, para que los padres puedan dedicarse a ganarse la vida. Ya que muchos hogares pobres están constituidos por una sola madre o un solo padre solteros que lo tienen difícil para compatibilizar la maternidad o la paternidad con un trabajo, este programa promete ayudar a los jóvenes progenitores solteros, que en su mayoría son madres.

Las guarderías subvencionadas por el Estado no son nuevas en Venezuela. Desde finales de los 80 han existido tales programas y continuamente se han extendido. Mientras en 1989 sólo 19.000 niños participaban en dichos programas, en 1998 habían más de 150.000. Sin embargo, cuando el gobierno Chávez ascendió al poder, estos programas fueron extendidos aún más y ahora atienden a 300.000 pequeños. El porcentaje de niños atendidos de esta manera pasó del 40% al 45%.

Universidad Bolivariana

De la misma forma que la educación primaria excluía gradualmente más y más niños pobres del sistema escolar, así lo hacía la educación superior. Esta tendencia se aceleró en particular debido al hecho de que la población venezolana crecía mucho más rápidamente que el sistema universitario. Aunque se supone que técnicamente cualquiera con un título de bachiller tenía acceso a la Universidad, las Universidades públicas tenían que restringir la entrada por medio de exámenes de admisión. Éstos, como es el caso usualmente, acababan filtrando a los estudiantes que venían de entornos pobres o de clases trabajadoras. Un factor importante en este proceso de filtrado es que los estudiantes de clase media y alta pueden permitirse tomar clases especiales que les preparan para los exámenes de entrada, mientras que los de ambientes pobres no pueden. Mientras en 1984 el 70% de los estudiantes de entornos pobres que solicitaron la entrada en la Universidad fueron admitidos, en 1998 sólo el 19% fueron admitidos [14]. Para los estudiantes de clases trabajadoras la tasa de admitidos bajó del 67% al 27%. Como resultado, se estima que hay más de 400.000 venezolanos que cumplen formalmente los requisitos y a los que les gustaría asistir a la Universidad, pero que no pueden porque no obtuvieron la suficiente nota en los exámenes de ingreso.

La Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) trata de llenar de este modo el hueco existente entre oferta y demanda universitarias. Más aún, está concebida para priorizar las admisiones de estudiantes de origen humilde. Hasta ahora 2.400 estudiantes están matriculados en la Universidad, que comenzó sus primeras clases en Octubre de 2003, y otros 20.000 tienen la preinscripción. La Universidad tendrá sucursales en todo el país y está pensada para que a la larga alcance una matriculación total de 100.000 [15].

Medidas Anti-pobreza a Corto Plazo - Las Misiones

Con la severa crisis económica que el intento de golpe en Abril de 2002 y la paralización de la industria petrolera en Diciembre de 2002 provocaron, quedaron pocos recursos disponibles para continuar las medidas anti-pobreza a corto plazo del Plan Bolívar. Así durante la mayor parte de 2002 y 2003 se ha hecho muy poco en apoyo de programas de esa naturaleza. Sin embargo, a finales de 2003 las finanzas del Estado estaban recuperándose y el Gobierno se pudo enfocar una vez más en implementar medidas anti-pobreza a corto plazo. Por supuesto, el proceso de referéndum para la revocación del Presidente y la necesidad de mejorar su popularidad probablemente haya impulsado el desarrollo de tales políticas.

Misión Robinson - Educación Primaria

En Octubre de 2003 el Presidente Chávez anunció siete "Misiones" diferentes para luchar contra la pobreza. La primera misión fue la Misión Robinson, bautizada así en honor a Simón "Robinson" Rodríguez, que fue el maestro de Simón Bolívar. La Misión Robinson está pensada para ocuparse del analfabetismo. Aunque el analfabetismo es bastante bajo en Venezuela, sólo cerca del 7% (para toda Latinoamérica y el Caribe es un 11%), es ciertamente uno de los factores más serios que contribuyen a la pobreza.

Así, por medio de un acuerdo de cooperación con Cuba, Venezuela invitó a cientos de expertos cubanos en alfabetización a ir a Venezuela para formar maestros. En la primera fase del programa, que fue lanzado el 1 de Julio de 2003, a los estudiantes se les enseña a leer y a escribir utilizando una metodología cubana basada en números, dado que la mayoría de analfabetos sí conoce los números. De acuerdo con las estadísticas del Gobierno, más de un millón de venezolanos se benefician actualmente del programa, con la ayuda de 100.000 profesores de alfabetización, que trabajan en todo el país.

La segunda fase, la Misión Robinson II, va más allá de la alfabetización y pretende enseñar a sus participantes todo lo que necesitan para llegar a sexto curso. El programa está muy comprimido, para que los estudiantes completen en dos años el programa Robinson II, en lugar de los normales seis años que dura la educación primaria venezolana. La Misión Robinson II comenzó el 28 de Octubre de 2003 y pretende incorporar más de 629.000 estudiantes este año, la mayoría de los cuales son antiguos participantes del primer programa Robinson.

La oposición venezolana asegura que el programa de alfabetización no es otra cosa que una tapadera para un programa de adoctrinamiento cubano. Sin embargo, incluso un vistazo rápido a los temarios utilizados (las llamadas "bibliotecas" de una docena de libros, que todo hogar o participante recibe gratuitamente) y conversaciones con gente que se ha titulado con el programa, muestran que tales acusaciones son completamente infundadas.

Misión Ribas - Educación Secundaria

Paralelamente a los programas de alfabetización y educación primaria de la Misión Robinson, el Gobierno ha creado la Misión Ribas, llamada así por el héroe de la independencia José Félix Ribas, para que tengan la oportunidad de terminar la educación secundaria aquellos que la han abandonado. Según las estadísticas del Gobierno, más de cinco millones de venezolanos abandonaron sus estudios secundarios. La misión Ribas está concebida para incorporarles en un programa educativo que les permitiría titularse en un plazo máximo de dos años. El Ministro de Energía y Minas, que es uno de los principales coordinadores del programa, anunció a principios de Noviembre que más de 700.000 venezolanos mostraron su interés en participar en la Misión Ribas. Los primeros 200.000 comenzaron las clases el 17 de Noviembre y el resto lo hará en una fecha posterior.

Al igual que todas las misiones, el programa es gratuito. Sin embargo, 100.000 participantes recibirán becas, basadas en necesidades financieras. La mayoría de los cursos tendrán la forma de "tele-clases", o videos, con la ayuda de un mentor. Una vez que los estudiantes completen sus estudios, la compañía petrolífera propiedad del Estado PDVSA y la compañía eléctrica CADAFE ofrecerán puestos de trabajo en minería, petróleo, y sector energético. Todo el programa está siendo principalmente coordinado por PDVSA y CADAFE, que también proporcionan la mayor parte de la financiación del programa.

Misión Sucre - Educación Superior

Para los pobres, uno de los mayores obstáculos para la educación universitaria es la falta de recursos financieros para tal educación. Ellos normalmente además de trabajar, a menudo tienen que mantener al mismo tiempo a los miembros de su familia, lo que prácticamente imposibilita el estudio. La Misión Sucre, bautizada así por otro héroe de la independencia, es esencialmente un programa de becas para la educación universitaria a través del cual, en la primera fase que comienza en Noviembre de 2003, 100.000 venezolanos pobres pueden recibir el equivalente venezolano a 100 dólares al mes por su educación universitaria.

Ya en Septiembre de 2003 más de 420.000 venezolanos mostraban su interés en las becas. Pero Guiseppe Gianetto, el rector de la Universidad pública más grande de Venezuela, la Universidad Central de Venezuela, que es además un crítico declarado del gobierno de Chávez, ha dicho que la Misión Sucre es un programa "demagógico" porque el Gobierno nunca será capaz de acomodar a los 400.000 estudiantes que quieren entrar en el sistema universitario, pero para los cuales no hay plazas. Las Universidades públicas existentes quizás no pueden acomodar a estos estudiantes, según Gianetto. El Gobierno, no obstante, dice que la mayor parte de éstos encontrarán plaza finalmente a través de las nuevas Universidades Bolivarianas, las cuales están siendo abiertas en todo el país. Sin embargo no está claro dónde encontrarán plaza para estudiar estos 100.000 estudiantes hasta que la Universidad Bolivariana esté en su lugar. En el 2004, habrá espacio para sólo 20.000 estudiantes en la Universidad Bolivariana. Aunque los restantes 80.000 pueden ser acomodados a la larga, esto deja a otros 300.000 fuera del sistema universitario.

Misión Barrio Adentro - Sanidad Comunitaria

Para atender los severos problemas de salud en los barrios pobres, el gobierno Chávez lanzaba un programa de sanidad comunitaria llamado Barrio Adentro. Este programa, con la ayuda de algo más de 1.000 médicos cubanos, coloca pequeñas clínicas en los barrios pobres ubicados en áreas que previamente nunca tuvieron cerca un médico. El programa fue lanzado por primera vez en Caracas como proyecto piloto, y ahora está siendo extendido al resto del país. Después de seis meses de existencia, el programa ha atendido a casi tres millones de venezolanos, principalmente en el área de Caracas y sus alrededores.

Estos médicos son bien recibidos en los barrios pobres y también hacen visitas a domicilio, algo que jamás se había visto antes. Pero la Asociación de Médicos de Venezuela se levantó en armas. Inmediatamente la Asociación presentó una demanda judicial en contra de los médicos cubanos, alegando que no tienen las credenciales requeridas por la ley venezolana. En Julio de 2003 un tribunal aceptó la demanda. El Ministro de Sanidad, sin embargo, dijo que la sanidad pública es una prioridad más alta que la demanda judicial y que el Gobierno no reconocía la demanda. María Urbaneja, Ministra de Sanidad en aquel momento, dijo que aún cuando había médicos desempleados de sobra en Venezuela, no se pudieron encontrar los suficientes que estuviesen dispuestos a trabajar en los barrios pobres. Existe un plan, sin embargo, para reemplazar gradualmente a los médicos cubanos por médicos venezolanos, cuando puedan encontrarse.

Misión Miranda - Reservistas Militares

El Ejército venezolano ha sido durante mucho tiempo un lugar donde las gentes de origen humilde podían encontrar una educación y un sitio para trabajar. No obstante, una vez que dejan el Ejército, acaban a menudo sin empleo. Para atender a este segmento de la población, el Gobierno Chávez lanzó la Misión Miranda, llamada así por otro héroe más de la independencia, el General Francisco de Miranda. Esta misión crea una reserva militar entre las personas que una vez sirvieron en el Ejército. Todos los que participen en el programa recibirán el salario mínimo, adiestramiento en cooperativas de formación, y la oportunidad de solicitar microcréditos. Cuando el programa fue anunciado, el 19 de Octubre de 2003, 50.000 antiguos soldados habían firmado ya, con otros 50.000 listos para ser añadidos antes del final del año. Todos los reservistas que se apuntaron están actualmente desempleados.

La oposición cuestionó las intenciones detrás de la Misión Miranda, argumentando que Chávez estaba creando un Ejército paralelo que estaría directamente bajo su mando personal. La sospecha es que Chávez intenta militarizar el país y crear una fuerza armada que le sea completamente leal, debido al posible referéndum revocatorio para mantenerse en el poder si lo perdiese. Si debe creerse o no que ésta es la intención depende en última instancia de lo maquiavélico que se considere al Presidente. Hasta ahora, sin embargo, no hay ninguna señal de que Chávez pretenda permanecer en el poder por la fuerza, si es derrotado en unas elecciones democráticas.

Misión Mercal - Distribución de Alimentos

Finalmente, existe la Misión Mercal, que es una red para distribuir alimentos a través del país ligeramente por debajo de los precios de mercado en supermercados respaldados por el Gobierno. El concepto de este programa surgió en parte como resultado de la huelga general promovida por la patronal de Diciembre de 2002, que paralizó en gran medida la distribución de comida. Como consecuencia de ello, el gobierno Chávez decidió establecer una red de distribución de alimentos patrocinada por el Estado. El programa comenzó lentamente, de tal manera que en Noviembre de 2003 había menos de 100 en el país. Sin embargo, el Gobierno está acelerando la construcción de estos supermercados, pretendiendo duplicar la cantidad para Diciembre, e incrementarlo diez veces alcanzando los 2.000 establecimientos en Febrero de 2004.

La oposición por supuesto critica también este programa, aduciendo que los mercados Mercal menoscaban el sector privado. Este es probablemente el caso en situaciones donde un mercado Mercal es situado junto a un supermercado normal. No obstante, al igual que con el programa Barrio Adentro, los mercados Mercal están ideados para atender áreas desatendidas actualmente por el sector privado. Así, el impacto que éstos tendrán en el sector privado probablemente no será tan grande.

Conclusión

Cuando se revisan los muchos programas que existen para combatir la pobreza en Venezuela bajo el gobierno de Chávez, queda claro que el mayor énfasis está en la educación. Los programas anti-pobreza tanto a medio como a corto plazo están centrados principalmente en ello. Esto tiene mucho sentido ya que numerosos estudios sobre la pobreza han mostrado que la educación es una de las vías más efectivas para combatirla. Sin embargo, es también una estrategia que tardará un largo tiempo en dar frutos. Si en el curso de la aplicación de esta estrategia hay una severo revés, como fue el caso en 2002-2003, entonces las medidas anti-pobreza del Gobierno parecerán no haber tenido ningún efecto en el corto plazo.

La presidencia de Chávez hasta ahora está marcada por cuatro distintas fases. La primera fase fue 1999, un periodo de profunda recesión económica, reforma constitucional y desastre natural[16], en el cual se hizo poco por reducir la pobreza aparte de la puesta en marcha del Plan Bolívar 2000. La segunda fase, 2000-2001, fue un periodo relativamente exitoso en el cual el gobierno de Chávez consolidó su poder político y comenzó a poner en marcha sus programas de reducción de la pobreza a largo y medio plazo, con reformas macro-económicas, reforma urbana y rural, creación de escuelas bolivarianas, y apoyo a los microcréditos y cooperativas. La tercera fase, desde Diciembre de 2001 hasta Mayo de 2003, fue la fase más difícil en la cual el Gobierno tuvo que vérselas con varias huelgas generales lideradas por la patronal, un intento de golpe y la paralización de la industria petrolífera, la más importante del país. Durante esta fase el país y el Gobierno sufrieron las mayores adversidades a la hora de reducir la pobreza. No hay la menor duda de que cuando crecen el desempleo y la inflación, también crece la pobreza. Además, se dispuso de muy pocos recursos y poca atención para poner en práctica programas efectivos de reducción de la pobreza.

Se podría decir que Mayo de 2003 marca el principio de una cuarta fase, que es aproximadamente cuando se recuperó la industria petrolífera del país y la oposición comenzó a enfocarse en estrategias políticas y no económicas o militares para expulsar al Presidente. Durante esta fase el Gobierno tuvo de nuevo más recursos, especialmente debido al precio relativamente alto del petróleo, para llevar a cabo medidas anti-pobreza a corto plazo y para enfocarse de nuevo en sus estrategias a medio plazo, poniendo un énfasis particular en la reforma agraria y en la Universidad Bolivariana. Cuánto durará esta fase depende en gran medida una vez más, desafortunadamente, de la oposición. Si juega limpio durante el próximo proceso de referéndum revocatorio, el Gobierno podrá dedicarse a los programas existentes más o menos como los planeó. Por el contrario, si la oposición intenta provocar otra crisis, entonces los programas podrían volver a descarrilarse y la pobreza aumentará otra vez de la misma forma que ha ocurrido siempre en Venezuela durante, aproximadamente, los últimos 20 años.


Notas al pie

1.- El índice de Gini varía desde 0, que significa igualdad total (todos ingresan lo mismo), hasta 1, que significa desigualdad total (un individuo posee todos los ingresos). Fuente: Francisco Rodríguez (2000), "Factor Shares and Resource Booms: Accounting for the Evolution of Venezuelan Inequality" in World Institute for Development Economics Research - Research Paper from World Institute for Development Economics Research - Research Paper http://www.wider.unu.edu/publications/wp205.pdf

2.- ibid., p.5

3.- Rodríguez: "Si nuestro cálculos son correctos, Venezuela es hoy uno de los países más desiguales del mundo, con un Gini de 62,6 en 1997 superando a Sudáfrica (62,3) y Brasil (61,8)". ibid., p.6

4.- Boletín Estadístico de la OPEP

5.- En dólares de 1985. Cálculos propios (de G. Wilpert, [N.T.] ), basados en el valor de las exportaciones de petróleo (FMI, Anuario Estadístico Financiero Internacional 1993), población (Instituto Nacional de Estadística, Venezuela: www.ine.gov.ve), y tasa de cambio de 1985 (Banco Central de Venezuela: www.bcv.org.ve).

6.- Según el umbral de pobreza basado en ingresos utilizado por el Proyecto Pobreza de la Universidad Católica Andrés Bello (Matías Riutoro, "El Costo de Erradicar la Pobreza" en Un Mal Posible de Superar, Vol. 1, UCAB, 1999)

7.- Kenneth Roberts, "Social Polarization and the Populist Resurgence in Venezuela," p.59, en Venezuelan Politics in the Chávez Era, editado por Steve Ellner y Daniel Hellinger (2002), Lynne Rienner Publishers.

8.- Instituto Nacional de Estadistica: www.ine.gov.ve

9.- Ver: Hernando de Soto (2000), El Misterio del Capital

10.- http://www.economiasocial.mpd.gov.ve/sistema.html

11.- Fuente: El Mundo, Nov. 4, 2003 (http://www.venezuelanalysis.com/news.php?newsno=1087)

12.- Fuente: Boletín #56 (Octubre, 2003) del Ministerio de Economía (http://www.mf.gov.ve/acrobat/Boletin%20Finanzas%20Ed.%2056.pdf)

13.- Basado en una población escolar de cinco millones de niños (de 1º a 6º curso con edades entre 6 y 13 años), según estadísticas del INE (Instituto Nacional de Estadística).

14.- Ver: 3 Años de la Quinta Republica (http://www.mpd.gov.ve/3%20A%D1OS/3AnosdelaVRepublica.pdf

15.- Según Aló Presidente, #168, 19 de Octubre de 2003.

16.- Las inundaciones de lodo del Vargas, que ocurrieron en Diciembre de 1999, en las cuales más de 10.000 personas murieron y más de 150.000 se quedaron sin hogar.

sábado, 7 de febrero de 2009

Frases para pensar


“En un Estado popular no basta la vigencia de las leyes ni el brazo del príncipe siempre levantado; se necesita un resorte más, que es la virtud.” Montesquieu, El espíritu de las leyes, III

“La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.” Albert Einstein

“Obrar es fácil, pensar es difícil; pero obrar según se piensa, es aún más difícil.” Johann Wolfgang von Goethe

“Casi todos prefieren la mentira por ellos descubierta a la verdad encontrada por otros.” Jean-Jacques Rousseau

“Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.” Martin Luther King

“Hacer con soltura lo que es dificil a los demás, he ahí la señal del talento; hacer lo que es imposible al talento, he ahí el signo del genio.” Henri Frédéric Amiel

“Las cosas, una vez principiadas, ni se has de olvidar ni dejar, hasta ser acabadas, que es nota de poca prudencia muchos actos comenzados y acabado ninguno.” Mateo Alemán

“No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.” Arthur Schopenhauer

“Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.” Mark Twain

“Cuando un hombre quiere matar a un tigre, lo llama deporte; cuando es el tigre quien quiere matarle a él, lo llama ferocidad.” George Bernard Shaw

“Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia.” Elbert Hubbard

“La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a una mayoría incompetente.” George Bernard Shaw

“Decir uno de sí mismo menos bien de lo que puede y debe es necedad y no modestia; contentarse uno con menos de lo que vale es cobardía y pusilanimidad.” Aristóteles

“Si yo me hubiera dedicado a la política. ¡oh atenienses!, hubiera perecido hace mucho tiempo y no hubiese hecho ningún bien ni a vosotros ni a mí mismo.” Sócrates

La Fuerza de la Razón

Aumenta la diferencia de ricos y pobres, dice el Papa



El Papa bENEDICTO XVI dijo en su mensaje para el inicio de 2009:

"Todos los datos sobre el crecimiento de la pobreza relativa en los últimos decenios indican un aumento de la diferencia entre ricos y pobres".

COMBATIR LA POBREZA, CONSTRUIR LA PAZ

1. También en este año nuevo que comienza, deseo hacer llegar a todos mis mejores deseos de paz, e invitar con este Mensaje a reflexionar sobre el tema: Combatir la pobreza, construir la paz. Mi venerado predecesor Juan Pablo II, en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 1993, subrayó ya las repercusiones negativas que la situación de pobreza de poblaciones enteras acaba teniendo sobre la paz. En efecto, la pobreza se encuentra frecuentemente entre los factores que favorecen o agravan los conflictos, incluidas la contiendas armadas.

Estas últimas alimentan a su vez trágicas situaciones de penuria. «Se constata y se hace cada vez más grave en el mundo –escribió Juan Pablo II– otra seria amenaza para la paz: muchas personas, es más, poblaciones enteras viven hoy en condiciones de extrema pobreza. La desigualdad entre ricos y pobres se ha hecho más evidente, incluso en las naciones más desarrolladas económicamente.

Se trata de un problema que se plantea a la conciencia de la humanidad, puesto que las condiciones en que se encuentra un gran número de personas son tales que ofenden su dignidad innata y comprometen, por consiguiente, el auténtico y armónico progreso de la comunidad mundial».

2. En este cuadro, combatir la pobreza implica considerar atentamente el fenómeno complejo de la globalización. Esta consideración es importante ya desde el punto de vista metodológico, pues invita a tener en cuenta el fruto de las investigaciones realizadas por los economistas y sociólogos sobre tantos aspectos de la pobreza. Pero la referencia a la globalización debería abarcar también la dimensión espiritual y moral, instando a mirar a los pobres desde la perspectiva de que todos comparten un único proyecto divino, el de la vocación de construir una sola familia en la que todos –personas, pueblos y naciones– se comporten siguiendo los principios de fraternidad y responsabilidad.

En dicha perspectiva se ha de tener una visión amplia y articulada de la pobreza. Si ésta fuese únicamente material, las ciencias sociales, que nos ayudan a medir los fenómenos basándose sobre todo en datos de tipo cuantitativo, serían suficientes para iluminar sus principales características. Sin embargo, sabemos que hay pobrezas inmateriales, que no son consecuencia directa y automática de carencias materiales. Por ejemplo, en las sociedades ricas y desarrolladas existen fenómenos de marginación, pobreza relacional, moral y espiritual: se trata de personas desorientadas interiormente, aquejadas por formas diversas de malestar a pesar de su bienestar económico. Pienso, por una parte, en el llamado «subdesarrollo moral» y, por otra, en las consecuencias negativas del «superdesarrollo».

Tampoco olvido que, en las sociedades definidas como «pobres», el crecimiento económico se ve frecuentemente entorpecido por impedimentos culturales, que no permiten utilizar adecuadamente los recursos. De todos modos, es verdad que cualquier forma de pobreza no asumida libremente tiene su raíz en la falta de respeto por la dignidad trascendente de la persona humana. Cuando no se considera al hombre en su vocación integral, y no se respetan las exigencias de una verdadera «ecología humana», se desencadenan también dinámicas perversas de pobreza, como se pone claramente de manifiesto en algunos aspectos en los cuales me detendré brevemente.

Pobreza e implicaciones morales

3. La pobreza se pone a menudo en relación con el crecimiento demográfico. Consiguientemente, se están llevando a cabo campañas para reducir la natalidad en el ámbito internacional, incluso con métodos que no respetan la dignidad de la mujer ni el derecho de los cónyuges a elegir responsablemente el número de hijos y, lo que es más grave aún, frecuentemente ni siquiera respetan el derecho a la vida. El exterminio de millones de niños no nacidos en nombre de la lucha contra la pobreza es, en realidad, la eliminación de los seres humanos más pobres. A esto se opone el hecho de que, en 1981, aproximadamente el 40% de la población mundial estaba por debajo del umbral de la pobreza absoluta, mientras que hoy este porcentaje se ha reducido sustancialmente a la mitad y numerosas poblaciones, caracterizadas, por lo demás, por un notable incremento demográfico, han salido de la pobreza. El dato apenas mencionado muestra claramente que habría recursos para resolver el problema de la indigencia, incluso con un crecimiento de la población. Tampoco hay que olvidar que, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, la población de la tierra ha crecido en cuatro mil millones y, en buena parte, este fenómeno se produce en países que han aparecido recientemente en el escenario internacional como nuevas potencias económicas, y han obtenido un rápido desarrollo precisamente gracias al elevado número de sus habitantes. Además, entre las naciones más avanzadas, las que tienen un mayor índice de natalidad disfrutan de mejor potencial para el desarrollo. En otros términos, la población se está confirmando como una riqueza y no como un factor de pobreza.

4. Otro aspecto que preocupa son las enfermedades pandémicas, como por ejemplo, la malaria, la tuberculosis y el sida que, en la medida en que afectan a los sectores productivos de la población, tienen una gran influencia en el deterioro de las condiciones generales del país. Los intentos de frenar las consecuencias de estas enfermedades en la población no siempre logran resultados significativos. Además, los países aquejados de dichas pandemias, a la hora de contrarrestarlas, sufren los chantajes de quienes condicionan las ayudas económicas a la puesta en práctica de políticas contrarias a la vida. Es difícil combatir sobre todo el sida, causa dramática de pobreza, si no se afrontan los problemas morales con los que está relacionada la difusión del virus. Es preciso, ante todo, emprender campañas que eduquen especialmente a los jóvenes a una sexualidad plenamente concorde con la dignidad de la persona; hay iniciativas en este sentido que ya han dado resultados significativos, haciendo disminuir la propagación del virus. Además, se requiere también que se pongan a disposición de las naciones pobres las medicinas y tratamientos necesarios; esto exige fomentar decididamente la investigación médica y las innovaciones terapéuticas, y aplicar con flexibilidad, cuando sea necesario, las reglas internacionales sobre la propiedad intelectual, con el fin de garantizar a todos la necesaria atención sanitaria de base.

5. Un tercer aspecto en que se ha de poner atención en los programas de lucha contra la pobreza, y que muestra su intrínseca dimensión moral, es la pobreza de los niños. Cuando la pobreza afecta a una familia, los niños son las víctimas más vulnerables: casi la mitad de quienes viven en la pobreza absoluta son niños. Considerar la pobreza poniéndose de parte de los niños impulsa a estimar como prioritarios los objetivos que los conciernen más directamente como, por ejemplo, el cuidado de las madres, la tarea educativa, el acceso a las vacunas, a las curas médicas y al agua potable, la salvaguardia del medio ambiente y, sobre todo, el compromiso en la defensa de la familia y de la estabilidad de las relaciones en su interior. Cuando la familia se debilita, los daños recaen inevitablemente sobre los niños. Donde no se tutela la dignidad de la mujer y de la madre, los más afectados son principalmente los hijos.

6. Un cuarto aspecto que merece particular atención desde el punto de vista moral es la relación entre el desarme y el desarrollo. Es preocupante la magnitud global del gasto militar en la actualidad. Como ya he tenido ocasión de subrayar, «los ingentes recursos materiales y humanos empleados en gastos militares y en armamentos se sustraen a los proyectos de desarrollo de los pueblos, especialmente de los más pobres y necesitados de ayuda. Y esto va contra lo que afirma la misma Carta de las Naciones Unidas, que compromete a la comunidad internacional, y a los Estados en particular, a “promover el establecimiento y el mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional con el mínimo dispendio de los recursos humanos y económicos mundiales en armamentos” (art. 26)».

Este estado de cosas, en vez de facilitar, entorpece seriamente la consecución de los grandes objetivos de desarrollo de la comunidad internacional. Además, un incremento excesivo del gasto militar corre el riesgo de acelerar la carrera de armamentos, que provoca bolsas de subdesarrollo y de desesperación, transformándose así, paradójicamente, en factor de inestabilidad, tensión y conflictos. Como afirmó sabiamente mi venerado Predecesor Pablo VI, «el desarrollo es el nuevo nombre de la paz». Por tanto, los Estados están llamados a una seria reflexión sobre los motivos más profundos de los conflictos, a menudo avivados por la injusticia, y a afrontarlos con una valiente autocrítica. Si se alcanzara una mejora de las relaciones, sería posible reducir los gastos en armamentos. Los recursos ahorrados se podrían destinar a proyectos de desarrollo de las personas y de los pueblos más pobres y necesitados: los esfuerzos prodigados en este sentido son un compromiso por la paz dentro de la familia humana.

7. Un quinto aspecto de la lucha contra la pobreza material se refiere a la actual crisis alimentaria, que pone en peligro la satisfacción de las necesidades básicas. Esta crisis se caracteriza no tanto por la insuficiencia de alimentos, sino por las dificultades para obtenerlos y por fenómenos especulativos y, por tanto, por la falta de un entramado de instituciones políticas y económicas capaces de afrontar las necesidades y emergencias. La malnutrición puede provocar también graves daños psicofísicos a la población, privando a las personas de la energía necesaria para salir, sin una ayuda especial, de su estado de pobreza. Esto contribuye a ampliar la magnitud de las desigualdades, provocando reacciones que pueden llegar a ser violentas. Todos los datos sobre el crecimiento de la pobreza relativa en los últimos decenios indican un aumento de la diferencia entre ricos y pobres. Sin duda, las causas principales de este fenómeno son, por una parte, el cambio tecnológico, cuyos beneficios se concentran en el nivel más alto de la distribución de la renta y, por otra, la evolución de los precios de los productos industriales, que aumentan mucho más rápidamente que los precios de los productos agrícolas y de las materias primas que poseen los países más pobres. Resulta así que la mayor parte de la población de los países más pobres sufre una doble marginación, beneficios más bajos y precios más altos.


Lucha contra la pobreza y solidaridad global


8. Una de las vías maestras para construir la paz es una globalización que tienda a los intereses de la gran familia humana. Sin embargo, para guiar la globalización se necesita una fuerte solidaridad global, tanto entre países ricos y países pobres, como dentro de cada país, aunque sea rico. Es preciso un «código ético común», cuyas normas no sean sólo fruto de acuerdos, sino que estén arraigadas en la ley natural inscrita por el Creador en la conciencia de todo ser humano (cf. Rm 2,14-15). Cada uno de nosotros ¿no siente acaso en lo recóndito de su conciencia la llamada a dar su propia contribución al bien común y a la paz social? La globalización abate ciertas barreras, pero esto no significa que no se puedan construir otras nuevas; acerca los pueblos, pero la proximidad en el espacio y en el tiempo no crea de suyo las condiciones para una comunión verdadera y una auténtica paz. La marginación de los pobres del planeta sólo puede encontrar instrumentos válidos de emancipación en la globalización si todo hombre se siente personalmente herido por las injusticias que hay en el mundo y por las violaciones de los derechos humanos vinculadas a ellas. La Iglesia, que es «signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano», continuará ofreciendo su aportación para que se superen las injusticias e incomprensiones, y se llegue a construir un mundo más pacífico y solidario.

9. En el campo del comercio internacional y de las transacciones financieras, se están produciendo procesos que permiten integrar positivamente las economías, contribuyendo a la mejora de las condiciones generales; pero existen también procesos en sentido opuesto, que dividen y marginan a los pueblos, creando peligrosas premisas para conflictos y guerras. En los decenios sucesivos a la Segunda Guerra Mundial, el comercio internacional de bienes y servicios ha crecido con extraordinaria rapidez, con un dinamismo sin precedentes en la historia. Gran parte del comercio mundial se ha centrado en los países de antigua industrialización, a los que se han añadido de modo significativo muchos países emergentes, que han adquirido una cierta relevancia. Sin embargo, hay otros países de renta baja que siguen estando gravemente marginados respecto a los flujos comerciales. Su crecimiento se ha resentido por la rápida disminución de los precios de las materias primas registrada en las últimas décadas, que constituyen la casi totalidad de sus exportaciones. En estos países, la mayoría africanos, la dependencia de las exportaciones de las materias primas sigue siendo un fuerte factor de riesgo. Quisiera renovar un llamamiento para que todos los países tengan las mismas posibilidades de acceso al mercado mundial, evitando exclusiones y marginaciones.

10. Se puede hacer una reflexión parecida sobre las finanzas, que atañe a uno de los aspectos principales del fenómeno de la globalización, gracias al desarrollo de la electrónica y a las políticas de liberalización de los flujos de dinero entre los diversos países. La función objetivamente más importante de las finanzas, el sostener a largo plazo la posibilidad de inversiones y, por tanto, el desarrollo, se manifiesta hoy muy frágil: se resiente de los efectos negativos de un sistema de intercambios financieros –en el plano nacional y global– basado en una lógica a muy corto plazo, que busca el incremento del valor de las actividades financieras y se concentra en la gestión técnica de las diversas formas de riesgo.

La reciente crisis demuestra también que la actividad financiera está guiada a veces por criterios meramente autorrefenciales, sin consideración del bien común a largo plazo. La reducción de los objetivos de los operadores financieros globales a un brevísimo plazo de tiempo reduce la capacidad de las finanzas para desempeñar su función de puente entre el presente y el futuro, con vistas a sostener la creación de nuevas oportunidades de producción y de trabajo a largo plazo. Una finanza restringida al corto o cortísimo plazo llega a ser peligrosa para todos, también para quien logra beneficiarse de ella durante las fases de euforia financiera.

11. De todo esto se desprende que la lucha contra la pobreza requiere una cooperación tanto en el plano económico como en el jurídico que permita a la comunidad internacional, y en particular a los países pobres, descubrir y poner en práctica soluciones coordinadas para afrontar dichos problemas, estableciendo un marco jurídico eficaz para la economía. Exige también incentivos para crear instituciones eficientes y participativas, así como ayudas para luchar contra la criminalidad y promover una cultura de la legalidad. Por otro lado, es innegable que las políticas marcadamente asistencialistas están en el origen de muchos fracasos en la ayuda a los países pobres. Parece que, actualmente, el verdadero proyecto a medio y largo plazo sea el invertir en la formación de las personas y en desarrollar de manera integrada una cultura de la iniciativa. Si bien las actividades económicas necesitan un contexto favorable para su desarrollo, esto no significa que se deba distraer la atención de los problemas del beneficio.

Aunque se haya subrayado oportunamente que el aumento de la renta per capita no puede ser el fin absoluto de la acción político-económica, no se ha de olvidar, sin embargo, que ésta representa un instrumento importante para alcanzar el objetivo de la lucha contra el hambre y la pobreza absoluta. Desde este punto de vista, no hay que hacerse ilusiones pensando que una política de pura redistribución de la riqueza existente resuelva el problema de manera definitiva. En efecto, el valor de la riqueza en una economía moderna depende de manera determinante de la capacidad de crear rédito presente y futuro. Por eso, la creación de valor resulta un vínculo ineludible, que se debe tener en cuenta si se quiere luchar de modo eficaz y duradero contra la pobreza material.

12. Finalmente, situar a los pobres en el primer puesto comporta que se les dé un espacio adecuado para una correcta lógica económica por parte de los agentes del mercado internacional, una correcta lógica política por parte de los responsables institucionales y una correcta lógica participativa capaz de valorizar la sociedad civil local e internacional. Los organismos internacionales mismos reconocen hoy la valía y la ventaja de las iniciativas económicas de la sociedad civil o de las administraciones locales para promover la emancipación y la inclusión en la sociedad de las capas de población que a menudo se encuentran por debajo del umbral de la pobreza extrema y a las que, al mismo tiempo, difícilmente pueden llegar las ayudas oficiales. La historia del desarrollo económico del siglo XX enseña cómo buenas políticas de desarrollo se han confiado a la responsabilidad de los hombres y a la creación de sinergias positivas entre mercados, sociedad civil y Estados. En particular, la sociedad civil asume un papel crucial en el proceso de desarrollo, ya que el desarrollo es esencialmente un fenómeno cultural y la cultura nace y se desarrolla en el ámbito de la sociedad civil.

13. Como ya afirmó mi venerado Predecesor Juan Pablo II, la globalización «se presenta con una marcada nota de ambivalencia» y, por tanto, ha de ser regida con prudente sabiduría. De esta sabiduría, forma parte el tener en cuenta en primer lugar las exigencias de los pobres de la tierra, superando el escándalo de la desproporción existente entre los problemas de la pobreza y las medidas que los hombres adoptan para afrontarlos. La desproporción es de orden cultural y político, así como espiritual y moral. En efecto, se limita a menudo a las causas superficiales e instrumentales de la pobreza, sin referirse a las que están en el corazón humano, como la avidez y la estrechez de miras. Los problemas del desarrollo, de las ayudas y de la cooperación internacional se afrontan a veces como meras cuestiones técnicas, que se agotan en establecer estructuras, poner a punto acuerdos sobre precios y cuotas, en asignar subvenciones anónimas, sin que las personas se involucren verdaderamente. En cambio, la lucha contra la pobreza necesita hombres y mujeres que vivan en profundidad la fraternidad y sean capaces de acompañar a las personas, familias y comunidades en el camino de un auténtico desarrollo humano.

Conclusión

14. En la Encíclica Centesimus annus, Juan Pablo II advirtió sobre la necesidad de «abandonar una mentalidad que considera a los pobres –personas y pueblos– como un fardo o como molestos e importunos, ávidos de consumir lo que los otros han producido». «Los pobres –escribe– exigen el derecho de participar y gozar de los bienes materiales y de hacer fructificar su capacidad de trabajo, creando así un mundo más justo y más próspero para todos». En el mundo global actual, aparece con mayor claridad que solamente se construye la paz si se asegura la posibilidad de un crecimiento razonable. En efecto, las tergiversaciones de los sistemas injustos antes o después pasan factura a todos. Por tanto, únicamente la necedad puede inducir a construir una casa dorada, pero rodeada del desierto o la degradación. Por sí sola, la globalización es incapaz de construir la paz, más aún, genera en muchos casos divisiones y conflictos. La globalización pone de manifiesto más bien una necesidad: la de estar orientada hacia un objetivo de profunda solidaridad, que tienda al bien de todos y cada uno. En este sentido, hay que verla como una ocasión propicia para realizar algo importante en la lucha contra la pobreza y para poner a disposición de la justicia y la paz recursos hasta ahora impensables.

15. La Doctrina Social de la Iglesia se ha interesado siempre por los pobres. En tiempos de la Encíclica Rerum novarum, éstos eran sobre todo los obreros de la nueva sociedad industrial; en el magisterio social de Pío XI, Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II se han detectado nuevas pobrezas a medida que el horizonte de la cuestión social se ampliaba, hasta adquirir dimensiones mundiales. Esta ampliación de la cuestión social hacia la globalidad hay que considerarla no sólo en el sentido de una extensión cuantitativa, sino también como una profundización cualitativa en el hombre y en las necesidades de la familia humana. Por eso la Iglesia, a la vez que sigue con atención los actuales fenómenos de la globalización y su incidencia en las pobrezas humanas, señala nuevos aspectos de la cuestión social, no sólo en extensión, sino también en profundidad, en cuanto conciernen a la identidad del hombre y su relación con Dios. Son principios de la doctrina social que tienden a clarificar las relaciones entre pobreza y globalización, y a orientar la acción hacia la construcción de la paz. Entre estos principios conviene recordar aquí, de modo particular, el «amor preferencial por los pobres», a la luz del primado de la caridad, atestiguado por toda la tradición cristiana, comenzando por la de la Iglesia primitiva (cf. Hch 4,32-36; 1 Co 16,1; 2 Co 8-9; Ga 2,10).

«Que se ciña cada cual a la parte que le corresponde», escribía León XIII en 1891, añadiendo: «Por lo que respecta a la Iglesia, nunca ni bajo ningún aspecto regateará su esfuerzo». Esta convicción acompaña también hoy el quehacer de la Iglesia para con los pobres, en los cuales contempla a Cristo, sintiendo cómo resuena en su corazón el mandato del Príncipe de la paz a los Apóstoles: «Vos date illis manducare – dadles vosotros de comer» (Lc 9,13). Así pues, fiel a esta exhortación de su Señor, la comunidad cristiana no dejará de asegurar a toda la familia humana su apoyo a las iniciativas de una solidaridad creativa, no sólo para distribuir lo superfluo, sino cambiando «sobre todo los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad». Por consiguiente, dirijo al comienzo de un año nuevo una calurosa invitación a cada discípulo de Cristo, así como a toda persona de buena voluntad, para que ensanche su corazón hacia las necesidades de los pobres, haciendo cuanto le sea concretamente posible para salir a su encuentro. En efecto, sigue siendo incontestablemente verdadero el axioma según el cual «combatir la pobreza es construir la paz».
Vaticano, 8 de diciembre de 2008


BENEDICTUS PP. XVIAutor: Benedicto XVI- Fecha: 2008-12-31